Por Rafael A. Ochoa A.
MASTER PRACTITIONER EN PNL
Es importante al hablar de creencias observar que cuando
conjugamos el verbo CREER y CREAR en
primera persona del singular, se conjugan de la misma manera: YO CREO, por lo que podemos decir que “Creamos exactamente todo aquello en lo que fielmente creemos”
Las creencias determinan el sentido que le damos a los
acontecimientos que se suceden a nuestro alrededor. Son todos aquellos juicios
o evaluaciones acerca de nosotros mismos, los demás y de todo lo que se encuentra a nuestro
alrededor. Las creencias funcionan como la fe: no hay nada concreto que las
sustente, son generalizaciones mentales a las cuales les damos el poder de
convertir en realidad lo que no vemos.
Las creencias se instalan por medio del aprendizaje, y la forma
más común de ese aprendizaje es de acuerdo a las experiencias vivenciadas, lo
cual hace que generalicemos para todas las experiencias venideras.
Cuando tenemos una creencia instalada, actuamos como si tuviésemos
la verdad revelada y eso nos da mucha fuerza para enfrentar la vida. Cada quien
tiene su sistema de creencias. Creencias con respecto a la familia, con
respecto al trabajo, la salud, la alimentación, el sueño, la herencia, etc. Por
lo tanto, en principio no son ni buenas ni malas, sino útiles o inútiles
para nuestra capacidad de sentirnos bien.
¿Cómo actúan las creencias en nuestra vida diaria?
Las creencias positivas desarrollan y fortalecen nuestras
capacidades, mientras que las creencias negativas nos frenan y limitan nuestras
capacidades. Cuando nos enfrentamos en el mundo ante las situaciones o
vivencias, desde que somos pequeños, filtramos lo que vemos, lo que escuchamos
y lo que sentimos hacia nuestra memoria y los reproducimos también según
nuestros filtros que están basados en nuestros sentidos y experiencias, y es
entonces allí que decimos que estamos actuando de acuerdo a nuestras creencias.
Fundamentalmente existen 2 modos de reaccionar a las situaciones
de la vida. Cada uno de estos modos desencadena procesos absolutamente
diferentes. Uno positivo, que nos lleva a un nivel de serenidad y conciencia
desde donde se puede decidir con claridad; y otro negativo, que nos conduce a
la frustración, el dolor y la angustia, cada uno de nosotros tiene la capacidad de decidir que camino tomar, para obtener el resultado que desee.
Todo el tiempo construimos creencias, y, es muy común
modificarlas. Robert Dilts describe unos pasos fundamentales para cambiar una
creencia limitante e instalar una Potenciadora los cuales consisten en:
ü Convencerme de lo que quiero creer: Quiero creer que esta
nueva creencia es beneficiosa, responde a mis expectativas y producirá efectos positivos
en mi vida.
ü Estar abierto a creer: Cuando estamos abiertos a creer, no tengo pleno convencimiento,
pero estoy dispuesto a intentarlo.
ü Aprender a dudar: Es el complemento de estar abiertos a creer. Considero si la
creencia que quiero reemplazar ya no sea útil en la realidad actual. Puedo
preguntarme: ¿Cuál es el propósito al que ha servido esta creencia? ¿Existen otros
medios para lograr el mismo propósito que sean menos limitantes y más
enriquecedores?
ü Recordar en lo que solíamos creer: Cuando dejamos de lado
una creencia limitante no la olvidamos de manera automática, sólo cambia el
efecto emocional que ejercía en nosotros, no ejerce influencia en nuestros
pensamientos y conductas, ya no forma parte de nuestra realidad.
ü
Confianza Plena: Emocionalmente la
confianza está relacionada con la esperanza, con la expectativa. La confianza
permite que el cambio de creencias sea más ecológico.
Entonces! con este conocimiento que hoy has obtenido, deseas seguir atrapado a creencias que un día fueron útiles para ti, pero que ya hoy puedes hacerlo de una manera mas ecológica para ti. Deseas seguir amarrado a viejos paradigmas de realización, o te adentras en los nuevos procesos que la propia vida te lleva a experimentar! tu decides, el poder esta dentro de ti!!
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